El de Vic, después de unas semanas convulsas en su vida, volvia al trabajo con ganas de recuperar el tiempo perdido.
Buenos dias Sr Peixet.- Saludó el joven- Pido mil disculpas por no aparecer en las anteriores sesiones. Un dolor de estomago infernal me impedia salir de mi casa en Vic i acercarme hasta las Cortes. Espero que mi ausencia no les haya hecho ir mal.
Dicho esto, se sento en la silla que habitualmente se sentaba a esperar al resto de los síndicos. Para entrenenerse empezó a repassar otra vez el tema que se iba a tratar en esa session.